Era
el mejor, pero un Alzheimer incipiente, empezaba a jugarle malas
pasadas. Le encontré en el bar, frente a cubo de cervezas mexicanas
y una botella de tequila, entonando una ranchera "... grabé en
la penca de un maguey tu nombre…”
Me
miró con evidentes síntomas de embriaguez y dijo, “¿Sabías que
el maguey es el cactus del que se obtiene el tequila?” Y apuró
otro trago.
“¿Qué
me pasó en el juicio?, Me quedé en blanco, ¿Verdad?” Asentí
levemente con la cabeza. “¿Conoces la pragmática?, Yo soy un
experto, concretamente en la teoría de la argumentación… ¡Qué
ironía! ¡Y hoy me quedé en blanco!”
Sirviéndose
otro tequila dijo, “yo estuve allí, cuando se construyeron las
leyes, si, amigo….la Ley de Leyes, la que yo ayudé a promulgar.
Padre, me llamaron entonces…”
“Me
retiro”, exclamó, mientras apurando el último trago de tequila
se desplomó sobre el mantel cantando "…pero sigo siendo el
Rey"
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