Por fin libres - Gloria Losada



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De la serie "Relatos sobre una cuarentena"

 

(CONVERSACIÓN TELEFÓNICA)
Mari Carmen, hola guapaaa ¿cómo estás?... Yo pues ya ves aquí, después del primer día en libertad, fenomenal, cumpliendo mi promesa, ya te dije que ibas a ser la primera... Sí, sí, claro, en saber cómo me fue este primer día, jajaja, porque manda huevos eh, un año y tres meses y medio encerrados.... Ya te digo, algunos al psiquiatra de cabeza y a mí poco me ha de faltar, jajaja… Pues bueno el día bien, después de semejante sorpresa, porque no se lo esperaba nadie ehhhh..... Pues yo me desperté con el toque de trompetas, que vaya ocurrencia, hija, ponerse a las ocho de la mañana a tocar las trompetas como locos...Yo no sé lo que pensé, pero me llevé un susto de la hostia, guapa. Luego me asomé a la ventana y ya vi a todo el vecindario asomado también, que hasta me pregunté si serían las ocho de la tarde y tocaría aplaudir, mira qué desorientada estaba. Pero después, Piluquita, la que vive en el cuarto del edificio de en frente... sí, sí, la imbécil esa que se cree muy guapa y es más fea que pegarle a un padre, esa misma, pues me dice a gritos, toda entusiasmada “enciende la tele, que ya podemos salir” y fue lo primero que hice, enchufar la televisión y allí estaba el Pedrito, que por cierto, sí que ha envejecido el muchacho en todo este tiempo, pero bueno a lo que iba, que puse la tele y ya lo vi allí dando su rueda de prensa número... no sé, 82 o así, diciendo que ya no había ni un contagiado y que éramos libres, jajaja, libres por fin, Lo que no dijo es por qué se le ocurrió anunciarlo con un concierto de trompetas, pero bueno da lo mismo. Yo lo primero que hice fue llamar a mi hija, que aún estaba en la cama, claro y le digo, “nena ya estás bajando que te quiero dar un abrazo bien gordo” y me contesta la tía que que no puede, que ya se enteró de que se terminó el encierro y eso, pero que quedó con su amiga Merche y su novio para hacer una barbacoa no sé dónde, porque ya lo habían acordado así hace tiempo.... Claro, una descastada, eso es lo que es… Fíjate que la primera vez que nos dijeron que íbamos a poder salir… no sé si tu te acordarás, porque desde Alemania las cosas de España se ven en la lejanía jajaja, pues fue en septiembre del año pasado, que al parecer ya el asunto estaba medio controlado y decidieron repartir mascarillas a toda la población. Y nada, eso hicieron. Las mascarillas eran muy monas eh, de colores, estampadas... pero ay amiga, que no se qué coño tenían los tintes con los que las coloreaban que aparte de no ser efectivas, daban alergia..... ¿Te acuerdas, eh? Menudo follón que se armó, aumentaron los contagios, luego alguna gente con alergia, que se les ponían los morros hinchados y colorados como el culo de un mandril... buf, fue tremendo. Pero es que a quién se le ocurre encargar unas mascarillas artesanales a Madagascar... fue cosa de Podemos, seguro, pero vaya, que yo en política no me quiero meter que no entiendo nada. Pues yo, de aquella vez, había reservado mesa en un restaurante para celebrar la salida, para la familia, ya sabes, y como al final no hubo salida, pues en el restaurante me dijeron que no me preocupara, que me aguantaban la reserva hasta la próxima salida… No, no, la próxima al final no fue esta, la siguiente era en diciembre, concretamente se iba a poder salir el día 25 de diciembre fun, fun, fun, pero entonces fue el desastre de los test... Sí, chica, sí, unos incompetentes de tres pares de cojones, esta vez no sé ni dónde los encargaron, seguro que en algún país de pandereta, bueno como este.... ¿Que no te acuerdas qué pasó con los test? Pues hija que eran para detectar el sarampión, y claro todo el mundo daba negativo, menos mal que la salida era escalonada y enseguida se dieron cuenta del asunto, si no menudo desastre otra vez, pero claro, todo el mundo a casa de nuevo. Y evidentemente tuvieron que cortar por lo sano, los últimos meses no se podía salir ni al pan, te repartían la comida por las casas, fue tremendo, tremendo. Así estuvimos tanto tiempo, pero bueno me estoy desviando del tema, te estaba contando lo de la niña que no quería bajar… Sí, sí, al final sí que bajó, después de que yo le hubiera dicho a todo Dios que lo primero que iba a hacer cuando el confinamiento terminara era abrazar a la niña, me iba a dejar quedar mal, por mis cojones. Pero nada, cinco minutos, un abrazo y un beso mal dados y ya se largó que tenía mucha prisa, ten hijos para esto, pero bueno, menos mal que la vi bien, como siempre.... ¿Mi marido? Ja, otro que tal baila, ¿no me dice en cuanto se levanta de la cama que se va a la huerta a ver cómo está aquello? Pero qué huerta ni qué niño muerto, si allí no va a haber más que un puñado de hierbajos secos después de tanto tiempo... pues que no, que tiene que ir, que igual le queda alguna lechuga. Al final no discutí, para qué, le dejé irse, si total me quedé más tranquila yo sola, que en el fondo lo estaba deseando, te digo la verdad… No, muy bien no lo llevé, todo el rato aquí encerrados, aguantar sus tonterías, buf, si llegamos a estar un mes más me divorcio fijo... ¿El niño? Nada hija, de ese no me enteré, se pasó todo el tiempo entre la consola y los deberes del instituto metido en su cuarto, salía para comer y poco más… Sí, la verdad es que por momentos me preocupó un poco, pero como lo veía contento y las evaluaciones que le hacían on line eran perfectas... Al fin y al cabo no se diferenciaba mucho de lo que hacía cuando todo era normal eh, salvo ir al instituto… ¿Deporte?... le gusta mucho el fútbol sí… nooo practicar no practica, pero verlo le encanta, y fíjate que ni eso, bueno creo que algún partido internacional sí veía, no sé, la verdad, porque como a mí el fútbol me la repanfinfla.... Ah sí, pues cuando el zoquete este marchó a la huerta yo me fui a comprar un vestido o algo, chica es que un año y pico sin salir, siempre en mallas y con jerseys viejos, o en pantalones cortos y camisetas… ya tenía yo ganas de ponerme algo decente… Siii, hoy abrió todo, absolutamente todo, lo que pudo claro, que hay algún negocio que no podrá volver a abrir en la vida, pero bueno yo me fui a la tienda de esquina, que tiene ropa monísima y compraba yo mucho allí antes de todo esto. Me alegró un montón ver a Purita, la dueña, que por cierto estaba gorda como un cachalote y aprovechó la cuarentena para ponerse a plan y está irreconocible la tía, debió de bajar seis o siete kilos. Pues eso, que me fui a comprar algo y me la encontré con un disgusto.... es que después de tanto tiempo la ropa que tenía en el escaparate estaba medio descolorida del sol, y la que tenía en cajas sin sacar, porque cuando empezó la mierda esta le acababa de llegar la ropa de temporada, abre una caja y toda comida por la polilla, pero todita, no le sirvió para nada. Si vieras como lloraba, qué penita me dio la pobre, menos mal que las otra dieciocho cajas que tenía estaban perfectas, lo malo que casi todo eran bragas, sujetadores, calcetines… Sí, sí, yo iba a comprar y compré, un conjunto de lencería monísimo... Jajaja, pues no sé, no creo que esta noche haya fiesta, ahí está roncando en el sofá, ni se está enterando de que estoy hablando por teléfono.... No, no, al final no fuimos a comer fuera, para qué, la nena y el novio no venían, así que comimos en casa los tres. El chico por la tarde salió a casa de su amigo Manolito... Exacto, el hijo de la Salustiana, que siempre fueron como uña y carne... ¿La Salustiana? Se separó del marido hace años, él se marchó con otra, y desde entonces se volvió una estúpida… Sí, hija, sí, no te lo creerás, pero se hizo amiga de la Piluquita y tienen las dos un blog donde lo único que hacen es colgar fotos en poses fashion... Ah no sé con qué fin, supongo que para que la gente les diga que son muy guapas, como no tienen nada más de qué presumir, que no saben ni hablar... en fin allá ellas... Por la tarde fuimos a dar una vuelta por el centro, pero no se podía caminar hija, estaba de bote en bote, pillar sitio en una terraza nos costó... ni te imaginas. Al final lo conseguimos y allí nos atornillamos, tres horas estuvimos, cerveza va cerveza viene, mirando a la gente pasar de aquí para allá... Ya, ya sé que es algo simple, pero después de estar tanto tiempo en casa no sabes lo bien que me sentó... Con las amigas mañana hemos quedado, esa sí que va a ser buena, estoy deseando verlas, no sabes lo que las eché de menos… Sí mujer, a ti también te echo de menos pero no vas a venir desde Alemania a tomar algo con nosotras, jajaja, aunque bueno si quieres ya sabes.... El lunes empiezo a trabajar con normalidad sí, bueno con relativa normalidad, porque el curso no empieza hasta septiembre, pero el gobierno ha dicho que los profesores tenemos que ir que ya hemos tenido bastantes vacaciones… Sí, lo niños también irán este mes a tomar contacto, que los pobres ya no se acordarán ni de lo que es una escuela, después ya hasta septiembre que empezará el curso no tendrán que volver... Claro que tengo ganas de trabajar otra vez, lo único que me da un poco de miedo es volver a pensar lo que pensaba antes, eso de “estoy deseando que llegué el fin de semana para quedarme en casa”, espero que esa frase no se me vuelva a pasar por la cabeza jamás. Bueno Mari Carmen, pues eso guapa, que ya somos libres de nuevo… ¿Hasta la próxima?... ¿Hasta la próxima pandemia? Jajaja, que bonica, la tía, antes me tiro por la ventana. Hablamos corazón, un besito.… Ciao.
La próxima pandemia dice la jodida...











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