Apenas unos días de vida, sin tener
conciencia de lo que me esperaba y de lo que esperaban de mí. Sólo
en los primeros instantes sabía una cosa, que provenía del barro,
sin ser una metáfora. Realmente estoy hecho de barro. Ya acabado de
hacer, entre otras cosas, me informaron de la función para la que
habían sido creados mis antepasados. Serviciales, hasta agotarse y
luego volverlos a rellenar.
No sé cuanta vida me queda, ¿quién
lo sabe?. Cualquier día unas manos temblorosas me harán caer y me
romperé en mil pedazos. Pero no será por ir mucho a la fuente, por
lo que me comentan aquí mientras me seco al sol. Seré un adorno o
un objeto de decoración.
Escucho a bandejas, jarrones, y
arrogantes tazones reírse de mí “Tanto va el cántaro a la
fuente que al final se rompe”, “tranquilo que tú en la fuente no
te vas a romper”, “con muy mala suerte te pueden convertir en un
arma arrojadiza” Ataques psicológicos, menospreciándome con
cometarios cada vez más crueles. Haciendo alusión a mi volumen,
porque retengo gran cantidad de líquido, la envidia les corroe desde
el momento que al darme forma terminaron por ver que tenía pitorro.
Yo, un botijo con “alma de cántaro”,
orgulloso de haber sido creado para dar de beber al sediento.
Manteniendo el agua fresquita.
Pensaba que me iría en cuánto me
secase, que me llevarían al mercado de Benavente o que me llevarían
para cualquier punto de venta en éste país, donde en el siglo
pasado tanto uso dieron a mis antepasados, mientras el hombre
trabajaba en el campo.
Hace apenas una hora mi creador ha
hablado con la persona que me encargó. Por la conversación he
deducido que formaré parte del atrezo de una obra de teatro, que
recorreré muchas ciudades de España y que no solo seré un objeto
decorativo, además me utilizaran para beber.
¿Y qué dicen éstos vasos de barro
envidiosos? , Que una vez que se acabe la gira acabaré en un rincón
de un almacén, olvidado. ¿Y ellos? A ellos les han pintado un
típico “Recuerdo de Benavente” y acabarán en la vitrina de un
armario, o escondidos en el trastero, porque son horrendos, sin
embargo yo, formaré parte de una compañía de teatro, y lo que me
importa es el presente, así que estoy ya con ganas de empezar a ser
servicial, y acudir a la fuente, aunque sea de cartón piedra.
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