Purgatorio - Rufino García Álvarez






Murió Vicente y fue al cielo

y a sus puertas daba gritos

todo era de terciopelo

y al fin sintió un gran consuelo

al ver a dos angelitos.



Y le dicen los alados:

ve con San Pedro Vicente

que va a mirar tus pecados

que no han sido confesados,

ahora está con tu expediente.



San Pedro comenzó a hablar:

"Ningún pecado es notorio,

no te vas a condenar,

pero tendrás que pasar

un tiempo en el purgatorio.



Tengo la orden divina

de poner castigos nuevos,

te convertiré en gallina

y tu condena termina

cuando hayas puesto mil huevos"



Y aparece en un instante

entre unas verjas muy finas,

el comedero delante

y una cesta en un estante,

junto con otras gallinas.



Y la gallina de al lado

va y le dice: "compañero

ya veo que te han enviado

a expiar algún pecado.

¡Cuidado con el granjero!



De un huevo al día se trata

en verano y en invierno

y si no hay huevo en tu lata

te rompe el cuello y te mata

y de cabeza al infierno.”



Llega el hombre de repente

y las contempla impasible

y dice el pobre Vicente

por mucho que yo lo intente

es totalmente imposible.



"Aprieta a más no poder

que te va la vida en ello

ya sabes lo que hay que hacer

intenta el huevo poner

o este tío te rompe el cuello"



Pensando que era el final

con tanta fuerza apretó

que salió un huevo brutal

sufrió como un animal

pero de esta se salvó.



Mirando el huevo en la cesta

disfrutaba el panorama,

cuando oyó un grito de alerta

¡Por Dios Vicente despierta,

que estás cagando en la cama!




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