Volver a ilusionarse - Pilar Murillo




Relato inspirado en la fotografía


 Cuando me vinieron mal las cosas en mi vida laboral y sentimental creí que el mundo se me venía encima. Desahogar con los cuatro amigos me servía de momento, cuando regresaba a lo que en aquel momento continuaba siendo mi vivienda, los problemas volvían a mi mente y de poco me servía oír que había gente peor que yo; o que me invitaran a un café o a cenar en alguna ocasión; o lo más importante, no tener cargas familiares, no tener que pensar qué dar de comer a mis hijos.
A mis cuarenta años no tenía donde caerme muerto. Había invertido lo que había ahorrado en una empresa de hostelería, concretamente un bar, pero no había tenido suerte y después de pagar casi todas mis deudas y deshacerme de mi piso para seguir pagando ya no tenía ingresos ni negocio, ni otro trabajo. Mi mente daba vueltas y vueltas como una noria con el mismo tema. La autocompasión reinaba a sus anchas en mi mente, sin dar cabida a un atisbo de positividad, hasta que viendo la tv, sin casi ver, vi la imagen del anuncio de un vino. Aquellos viñedos eran enormes, claro que pertenecían a una gran firma de vinos, de un empresario muy poderoso. Recordé que cerca de Zamora mis abuelos habían cosechado un buen vino toda su vida, y que aunque ya no miraba para aquellas viñas, sé que aún seguían allí, ni mis tíos miraron para ellas, ni mis primos. Nunca tuve mal trato con mi familia aunque he sido bastante orgulloso toda mi vida. Me puse en contacto con Ramiro, mi primo mayor que aún vivía en el pueblo. Él como yo, no se dedicó a la labranza, en otros tiempos llegó a ser el hombre que ponía cine en el gran local que servía tanto para cine como salón de baile. Ahora retirado solo salía a pasear, le hablé de mi situación y le pregunté por las tierras de los abuelos, él me contó que no servían para nada porque hacía muchos años que nadie las cuidaba. De todas maneras me invitó a pasar un mes en su casa, pero con la idea de que en cuanto estuviese bien buscaría mi propio alojamiento. Así, de un día para otro, aparqué la depresión o intenté dejar de dar vueltas a pensamientos nefastos y comencé a tener ilusiones de mirar por mi, por salir adelante.
Nada fue fácil, y mi primo era bastante más mayor para ayudarme a limpiar malezas y podar vides. Mientras saneaba la tierra de mis abuelos también iba arreglando la casa de mi abuela. Sí de ocupa en la casa de mis ancestros, pero no pretendía abusar de la buena intención de mi pariente. Así pues, me alimentaba de almendras, manzanas y peras del huerto de mi abuela y sólo los domingos comía en casa de mi primo, junto a sus hijas.
Pasados los primeros seis meses Ramiro se acercó paseando al viñedo de nuestros abuelos. Se quedó asombrado por el buen aspecto de aquellos terrenos que habían sido olvidados. Había vides, muchísimas que se pudieron salvar, otras se habían secado. Pasados otros seis meses con mis propias manos recogí el primer racimo y entre mis palmas lo llevé a ofrecérselo a mi querido primo que me dijo “Te admiro chaval, te admiro de verdad por cómo has salido del fango y con tus propias manos sin ayuda de nadie has sobrevivido, pero ¿sabes lo que pasa? No hace mucho han estado por aquí Jorge y Almudena, los primos que viven en Bilbao, me preguntaron por ti y le conté como habías estado y lo que habías logrado. Fueron a pasear hasta el viñedo y... La envidia es muy mala... Reclaman su parte de herencia. Solo somos cuatro primos y el viñedo es bastante grande... Pero lo has trabajado tú.” No me enfadé, ni alcé la voz, somos parientes y podemos hablar. De la conversación salió una sociedad y es ahora lo que tenemos, una empresa de un buen vino de Toro donde todos cosechamos, cuidamos y vivimos.
Esto es lo que te puedo ofrecer, a parte de mi corazón. Ya ves que cuando todo va mal, uno no puede esperar a que llegue lo bueno, hay que buscarlo y volver a ilusionarse; aunque a ti no te busqué, apareciste de repente y me enamoré como un idiota por eso quiero decirte algo muy serio, a mis cuarenta y cinco años ¿María, te quieres casar conmigo?













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