Chica maniquí - Borja Martínez


                                                  Resultado de imagen de modelo de espalda

Leonor busca un hombre con posibles. Sin embargo, debido a su aspecto le iba a resultar nada fácil. Leonor cuando era más joven llego a ser chica maniquí por el tipo que tenía, parecía que en lugar de ser española viniera de las américas. Tenía el pelo rubio ondulado, ojos verdes claros que por las noches se iluminaban igual que se iluminan a los gatos en la oscuridad, su piel era clara y fina que parecía de porcelana y un carácter cautivador con un tono de voz suave y dulce que acaramelaba a cualquiera. La fisiología de Leonor era la que se llama tipo de avispa pues era delgada pero tenía un trasero respingón que a los chicos les volvía loco y una delantera de pechos redondos que parecían melocotones.
Ella sabía que era guapa se lo creía y desde muy pequeña sabía cuál era su sueño. La joven y preciosa muchacha quería ser modelo, a sus padres no les hacía mucha gracia pero que padres podrían negarse a cumplir el sueño de su hija. Cuando pasó de la mayoría de edad le llevaron a las mejores academias, no tardó mucho en salir en fotografías de anuncios. “Si quieren tener un pelo como el de Leonor usen Jabón fresh con extractos de camomila, y todos los hombres caerán a tus pies”.
Leonor fue bien conocida y un día un director de cine se fijó en ella. Por aquella época se empezaba a ver películas en blanco y negro y aunque no habían muchos cines en las ciudades se empezaba hacer Cine fórum, en las plazas se colocaban sillas y por medio de un proyector y una sábana que hacía de pantalla se proyectaban las películas que dejaban de ser prohibidas o llegaban de otros lugares como Francia, América. El director de la película se cautivó de su belleza y tan pronto cuando consiguió contactar con la agencia le dijo a Leonor que era la idónea para ser la protagonista. Se puso muy contenta pues su carrera daba un salto más a la fama, sin pensarlo dos veces aceptó.
El cineasta no solo se enamoró de su belleza si no de su personalidad y un día con un ramo de flores en la mano en unos de los restaurantes más elegantes y caros de París se le declaró. No podía dejar pasar una oportunidad como esa pues no estaba nada mal el afamado director, alto, educado de buen ver, que a todas las mozucas babeaban cuando lo veían. A los pocos meses se casaron en Rotterdam y la fama de Leonor subió como la espuma, pues le empezaron a llover oportunidades. También el joven galán empezó a crecerle la fama pero a la cabeza porque el muy gandul andaba con unas y otras mientras Leonor trabaja a destajo grabando en sus películas, eso si nunca le faltó de nada tan solo lo más importante el amor de su esposo.
Cuando Leonor se enteró de lo mujeriego que era su marido ya cansada de tanto chismorreo y cotilleo, pues además empezaron a salir las revistas del corazón. Ella decidió romper su relación con él, y es cuando empezó su carrera en solitario. Leonor tenia de todo cuanto quería, dinero, joyas, admiradores, trabajaba muchísimo y era una de las actrices más cotizadas de la época, era tan famosa que tenía admiradores por todas los sitios del planeta, las muchachas querían ser como ella, los chicos soñaban con ella .
Pero el tiempo pasó como pasa a cada uno y la espuma de la fama empezó a desvanecer, su pelo rubio empezó a blanquearse y a ponerse canoso, su piel de porcelana a arrugarse y el culo respigón ahora estaba gordito y los pechos caídos, su vitalidad empezó a disminuir pero lo que más le pesaba a la pobre Leonor era su soledad, se sentía muy sola y desamparada. Cada vez que miraba las fotos de su juventud, las imágenes con su ex marido llenaba el plástico protector de gotas de agua que se le caían de sus ojos. Leonor quería desesperadamente encontrar a alguien que le llenara su vacío, que le diera vitalidad. Una de sus mejores amigas un día le dio una idea, entrar en internet y buscar páginas para encontrar pareja, encendió su portátil, busco en google y en cuanto encontró rápidamente las paginas; creo su perfil poniendo una de sus mejores fotos . Pasaron los días, los meses y hasta algún año y Leonor ya había perdido la esperanza cuando de repente sonó una tarde una señal, era un mensaje que ponía que desde hacía mucho tiempo había sido su fan incondicional, estaba solo pues nunca había encontrado pareja y le gustaría quedar con ella a ver qué pasa. Ella miro la foto de perfil y aunque vio a un hombre cercano a su edad con algo de barriga y medio calvo aceptó la invitación quedando en una cafetería tranquila para poder charlar.
El pretendiente apareció punta en blanco y un gran ramo de flores, se presentó como Juan y como uno de sus grandes fans desde sus inicios, llevaba un álbum debajo del brazo con recortes de prensa y fotografías de la modelo. Tan pronto como empezaron hablar se dieron cuenta que estaban hechos el uno para el otro. Ahora los dos tienen 90 años y viven en un geriátrico y saben que morirán felizmente juntos.





Licencia de Creative Commons

Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario