Man on the Moom (Hombre en la luna) - Borja Martínez


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Había una vez un niño que vivía en un pueblecito costero de Galicia, su padre trabajaba como médico y su madre estaba estudiando la carrera para ser profesora, no era hijo único pues tenía un hermano mayor. Cada uno tenía su grupo de amigos y como era un pueblecito pequeño todos se conocían y no había peligro ni riesgo que pasara algo, así los niños podrían disfrutar de las playas y de sus amigos. Pero como todo lo bueno tiene un principio y un fin por razones laborales se tuvieron que despedir de todos sus amigos e irse a otra ciudad en la provincia de Asturias. Ese pobre niño había perdido todo cuanto le hacía feliz sus amigos, sus compañeros de clase. Pronto empezaría su nueva vida pues se estaba acabando el verano y tendría que empezar en un nuevo colegio con nueva gente. A su hermano no lo tenía tan complicado como al pequeño pues tenía grandes dotes para el don de gente y además era mucho más ligón que él. El pequeño que tenía buen corazón, pero no gozaba de esos dones sufrió mucho los primeros años hasta que poco a poco se fue haciendo un hueco en su nuevo colegio. Pero no era feliz porque los niños de aquella ciudad eran muy diferentes a los niños de su pueblo y cuando había recreo y todos jugaban el pequeño se quedaba llorando en la clase porque ningún niño quería jugar con él. Nadie sabe lo que puede sufrir un niño en aquellas circunstancias ni tampoco nos podemos imaginar la mella que provoca y las secuelas que le pueden quedar a lo largo de su vida.
El niño iba creciendo y a medida que crecía también lo hacia su imaginación, pues en su pequeña cabeza se creaba un mundo diferente. Cuando los padres se marchaban de viaje y se quedaba solo en casa se metía en su cuarto favorito (que en realidad era un baño estropeado) lo decoraba con imágenes de sus superhéroes favoritos y se disfrazaba. Era feliz en su pequeño mundo imaginario había creado un personaje poderoso y era el jefe de todos los superhéroes de la tierra, solamente con una capa y palo de escoba y una camisa vieja se convertían de repente en un traje que le hacía invencible. Nadie sabía lo que hacía aquel niño, pero él era feliz en su mundo imaginario.
Se hizo más mayor y todo parecía normal su afición por disfrazarse desapareció y empezó a interesarse por otras cosas como los deportes conoció gente nueva y empezó a viajar era feliz en un mundo real hasta incluso se creó una meta que poco a poco empezó a conseguir y tenía un puesto importante en un equipo de baloncesto además era apreciado por los compañeros y por los padres de los jugadores, consiguió grandes cosas con el equipo y disfrut hasta que por un infortunio de la vida tuvo que dejarlo o más bien la gente empezó a cambiar y a dejarlo de lado hasta que al final decidieron reemplazarlo, duro golpe para el muchacho el segundo si contamos con el de su infancia, pero no se rindió busco cabida en otros ámbitos otros intereses y descubrió la fe, el joven infeliz había encontrado un grupo de gente que celebraba una ceremonia con cánticos y que la gente le quería y le trataban como uno más, pero las apariencias engañan y descubre que ese no es tan bueno como parece y todo lo que esconden no era bueno, el joven muchacho que tenía buen corazón se confió, hasta que se llevó su tercer palo. Esto para una persona fuerte posiblemente lo vea como un aprendizaje o un bache de la vida, pero para este chaval fue algo más; un obstáculo mas que su cabeza no supo afrontar. Y es ahí cuando sin darse cuenta coge su cohete o su nave espacial y vuelve a la luna.
El Joven Astur galaico ya es un veinteañero tirando para los treinta y después de haber estudiado los suficiente decide que es hora de trabajar primero empieza hacer las practicas de lo que había estudiado en una oficina ayudando a su madre que no había encontrado trabajo de profesora y la habían contratado como encargada de contratación el hijo había estudiado administrativo y lo había sacado con esfuerzo y para ayudar a su madre había decidió hacer las practicas con ella, al acabar las practicas le había contratado y empezó a ganarse su propio sueldo, dentro de la parroquia donde había encontrado la fe le ofrecieron enseñar a los niños, parecía que todo por fin en la vida se le iba solucionando aunque su cabeza seguía en la luna y sin darse cuenta había descubierto una manera de ser feliz aunque errónea, creándose una vida que no era la suya, con la novia duro casi cuatro año pero ella le había estado engañando durante un año con su exnovio. El no lo pudo soportarlo y lloro, pero nadie le había hecho caso y eso aumento su enfermedad pues su cabeza no quería aceptar la perdida de su amada. Entonces decide que si no es con ella con ninguna más y que el único que le puede acoger es su Dios y se crea una segunda meta, quiere dejar su trabajo sus afición de enseñar a los niños y meterse en el seminario para ser sacerdote pero otra meta que fue truncada por la dureza de la vida, le habían dicho que no, su cabeza no aguanta más en su subconsciente crea un mecanismo de autodefensa y si ser concierte de las cosas hace que se crea que aquel personaje que su cabeza había formado exista de verdad.
Ya era mayor y no era un simple administrativo que encima le habían cambiado para otro lugar, su madre ya no estaba junto a el y los palos de los compañeros le hacían mella, fue acusado de muchas cosas injustas y calumniado de otras peores. Su mundo imaginario crecía día a día y su cabeza era una maquina de inventar mientras él dormía y cuando se levantaba veía a otra persona. Un hombre con carrera universitaria, que trabajaba con niños en una academia y tenia despacho, tenia prestigio y era importante. Todo lo contrario, a lo que en la realidad se sentía. Nadie se daba cuenta de lo sucedido pues se sentía tan insignificante que pasaba desapercibido para todos. Hasta que un fatídico día el hermano se da cuenta de la situación decide llamarlo y contarle todo lo sucedido el queda aturdido no lo podía creer, estuvo llorando durante tres días, pero tenía un espíritu fuerte y agarrándose a su creencia decide ir al médico y contarle todo lo ocurrido. En el trabajo había sido muy machacado sin apoyo ninguno en su parroquia había sido despreciado, en su familia no le hacían caso y sus amigos lo habían tachado de loco y lunático, se había quedado solo pero el había decido luchar con todas sus fuerzas. El médico le había diagnosticado depresión mayor y ansiedad y le había dado volante urgente para psiquiatría, el especialista le había dado un año de baja y así fue pasando los años luchando por todas las secuelas de su vida.
Ahora el veinteañero ya cumplió los 37 y seguramente siga su mente en la luna igual porque no soporta la dura realidad de no conseguir sus metas, o quizás tiene miedo a que le hagan mas daño nadie sabe los motivos o por lo que puede pasar un ser humano para estar en la luna, pero lo que si sabemos que el estado en la luna ese hombrecillo es feliz.






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