De la serie "Relatos sobre una cuarentena"
“Todo
es mente y lo que piensas se manifiesta”-Ana repasaba la idea
continuamente.
Había
comenzado un curso de estos de moda en el que la física cuántica
trataba de explicar y dar luz a tantas incógnitas sobre la vida
humana en la tierra.
Algunas
respuestas se le antojaban invento de la imaginación, sueño de la
voluntad, magia en la intención y sin contenido lógico en los
razonamientos que el montaje de nuestra sociedad transmite de
generación en generación al entendimiento y el espíritu de cada
individuo.
Y sobre todo sin ser demostrables
por la reina de la época, la ciencia.
Todo aquello no verificable por el método científico no puede
aceptarse. Ana había dudado de
esto muchas veces .La historia constataba en su andadura cuantas
condenas hechas por la erudición científica habían tenido que
rectificar sus dogmas con el paso del tiempo y a la luz de pruebas
evidentes.
La inquietud del alma ante cuestiones tan
sutiles y sin embargo tan gruesas para la esencia de la vida, la
llevó a la búsqueda de esas respuestas trascendentales.
No proyectaba su vida
en otros quehaceres. Gozaba de un alto nivel económico y cultural.
Sentía, sin embargo, un vacío existencial que
empañaba la alegría de todas las adquisiciones a su alcance.
Y allí estaba, escuchando, sintiendo, cotejando cuanto
ontológicamente le transmitían.
Pronto entendió y por ello
comprendió que todos los aspectos de la materia llevan implícitos
cargas energéticas y vibratorias de las que no somos conscientes.
Un beso es más que un beso,
cargado de cariño, tal vez de falsedad…a saber! Y en el golpe de
una piedra sentirás la carga emocional destructora que busca causar
dolor, el accidente causal que provoca un tropiezo…a saber!
Se sentía
feliz con cada descubrimiento, con cada idea. Todo era diferente,
profundo en su simplicidad. Le resonaba auténtico.
Toda su
vida bajo otros parámetros, bajo otra luz.
El supuesto de esta semana, “Todo es mente y lo que piensas se
manifiesta”, la llenaba de poder.-“Soy creadora de mi
realidad”-se repetía y se dispuso a comprobarlo en la práctica de
algunos asuntos.
Enseguida advirtió que
el pensamiento ha de ser firme para que se realice.
No vale pensar por pensar sin
arraigo y sin sentimiento de certeza.
El método es sentir como ya sucedido
y realizado todo aquello que se piensa.
Por primera vez cobró sentido la
famosa frase “la fe mueve montañas”.
Y en
el asunto más simple que la ocupaba, tuvo el primer resultado
positivo. Llevaba semanas
suspirando con voz interna y externa: “¡Quiero mi test!”
Era poco
menos que una misión imposible, no hay test, los futbolistas
primero, aún no los tienen los sanitarios….
La pesadilla de esta pandemia que había sorprendido al mundo no te
permitía ni siquiera saber si el de la corona había estado en algún
momento contigo, si te parasitaba sin tú saberlo, si las gotitas de
saliva de tus palabras y toses infectaban a las personas
cercanas….Resignación se propuso Ana.
Esa noche de luna llena en mayo, bajo el hechizo de
plata de sus rayos, pensó, soñó, creyó…y vio su test realizado.
Por la mañana temprano la
despertó la canción de su teléfono pidiendo voz: -“¿Diga?” -
-“¿Doña Ana Creadora Vital?”
-“¡Si, si esa soy yo!”.
–“Esta
tarde a las 17 horas la esperamos en la carpa hospitalaria para
realizarle el test del coronavirus, el rápido y la PCR”
Lo sabía, ella lo sabía, como también conocía
el resultado.
Estaba en la seguridad de su pensamiento.
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