Sueño de película - Pilar Murillo

                                          

De la serie "Relatos sobre una cuarentena"

 

acabábamos de comer y sentía como estaba entrando en ese estado de somnolencia cuando Sonia de repente me hace una pregunta:

. - Oye ¿cómo se llama ese actor español que trabajó mucho en Hollywood?

. - _mientras pensaba me di cuenta de que sentía una especie de estupor, me había dejado sin palabras, pero le contesté sonriendo porque sin duda, ella no lo había llegado a conocer _ Fernando Rey.

. - Más joven que ese.

. - Javier Barden

. - No, Más mayor que ese, es que lo tengo en la punta de la lengua… Ban… Ban… ¡Ya lo tengo… ¡Bandera!

. - No, es en plural. Banderas. (Le dije sin dejar de colar el agua que me estaba preparando.) ¿Por qué me preguntas por él? ¿estás haciendo un crucigrama o algo parecido? (Quise saber dado a mi creciente curiosidad.)

. - No, por nada.

Había pasado un buen rato desde que Sonia me había preguntado por Antonio Banderas. Yo me había tumbado en el sofá para tomar mi infusión de alcachofa. Mirando la tele sin ver, me quedé traspuesta. No sé qué sueño más raro mantuve con alguna secuencia de cine. Llovía, había luces de ambulancias y de coches de policías, pero ajena a todo eso yo era como la directora de cámara de ese film, me acercaba con la cámara a un cobertizo, la lluvia era cada vez mas fuerte, se cambia de secuencia exterior a una secuencia interior donde dos cuerpos jóvenes follaban pasionalmente contra la pared primero, luego él sin soltarla la agarra fuertemente, se gira y sin sacar su cara del cuello de ella mientras ella se dejaba ir con la cabeza hacia atrás… La apoyó en la mesa, tirando herramientas al suelo. La cámara se acerca a la cara de la joven que tenía una cara llena de deseo y me reconocí a mi mista veinte años atrás. Como directora quise ver el encuadre de la cara de él. Y cuando lo iba a ver mi hija me llama.

. - Mamá ¿No te asomas a aplaudir al balcón?

. - Hoy no, (Le dije. Me levanté y me fui a duchar. Lo bueno de la cuarentena son estos sueños, tener entre tus piernas a Antonio Banderas veinte años atrás. Lo malo es cuando te despiertan y ves esta puñetera realidad.

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