Cuando llegué ya era tarde.
El fuego lo consumía todo, incluída una cartera
vieja con mis ahorros de todo el año para el viaje de fin de
curso que sería en tres semanas. Quinientos euros devorados por el
fuego. La había guardado en un viejo cajón que encontré en el
desván, cerrado con un enorme
pestillo. No me valió
de nada. Mi madre nunca pregunta y esta vez aprovechó la noche de
san Juan para hacer limpieza.
Este obra está bajo una licencia de Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 4.0 Internacional.
No hay comentarios:
Publicar un comentario